¡Despeja el camino: Varices desvanecidas con luz pulsada, paso a paso hacia unas piernas radiantes!

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El tratamiento vascular es un procedimiento no invasivo mediante pulsos de luz que penetran la piel, busca los vasos problemáticos y los elimina, mejorando y disminuyendo la presencia de varices o pequeñas lesiones vasculares. 

La Luz Pulsada Intensa o IPL es, al igual que el láser vascular, un tratamiento no quirúrgico de eliminación de venas varicosas. En este caso el tratamiento se basa en la aplicación de una luz de alta energía sobre la zona a tratar para calentar y destruir el tejido afectado, lo que provoca la reducción de la apariencia de los vasos sanguíneos dilatados. Además, consigue reducir la hinchazón, el dolor y la inflamación asociados con las venas varicosas.

El tratamiento de IPL generalmente se realiza como mínimo en una o dos sesiones, de una duración de entre 15 minutos y una hora, dependiendo del área a tratar, aunque el número de sesiones lo marcará el especialista en función de las necesidades del paciente. Este tratamiento es rápido e indoloro, y por norma general no requiere de anestesia ni de tiempo de recuperación significativo. Aunque las mejoras derivadas del tratamiento con IPL pueden ser visibles inmediatamente después de la primera sesión, no suele ser hasta pasadas dos o cuatro semanas tras la última sesión cuando se pueden apreciar los resultados definitivos.